Me Declaro Enamorada















De nosotros amor…
me declaro enamorada,
por ese pequeño instante
en el que me fundo en tu mirada,
ese penúltimo beso que me das al alba,


Tu boca en mi boca,
tus manos en mi cara,
la pasión echa ternura,
el amor echo locura.
de ti y de mí,
me declaro enamorada.


De nosotros  amor…
me declaro enamorada,
de la sonrisa cómplice
en un te extraño en la mirada,
de las ganas que esconden
tras las dulces palabras.


Mi boca en tu boca,
mis manos en tu pelo,
la pasión echa locura,
el amor echo ternura.
de ti y de mí,
me declaro enamorada.



De nosotros  amor…
me declaro enamorada,
de nuestro pasado olvidado,
cuando caminamos de la mano,
mientras contamos los segundos
alcanzando sueños juntos.


De ti y de mí,
de nosotros
Me declaro enamorada.


Elizabeth Martínez.


Una Nueva Luz

 

 
No te esperaba…
No se como has llegado…
Pero estas dentro de mí…
 
Palabras que se esconden en suspiros,
Que entrecortados susurran, no quiero,
Vienes a mí titubeante aunque sin freno,
Y a hurtadillas entraste en mis miedos,
Te refugias en mi alma, tranquilo, oculto,
Deleitado en las extrañas formas de mi mundo,

 
No me esperabas…
No sabes como he llegado…
Pero estoy dentro de ti…
 
Te sorprende un beso en los labios, en su comisura.
Que derritió lo que quedaba de tu gruesa armadura,
Deje al descubierto el lado oculto de tu luna,
Solo necesita luz, color y un poco de locura,
Y bailando dentro de ti me sentí enamorada,
Ya no podía evitarlo y dejé que todo pasara.

 
No lo esperábamos…
No sabemos como llegamos aquí…
Solo somos uno, tu en mi, yo en ti…
 
Bajo la luna y su noche renacemos juntos,
Al mismo ritmo, en el mismo segundo,
Con este sentimiento que nos recorre por dentro,
Lo hemos creado nosotros y nuestros besos,
Solo le pido al tiempo que pase el cerrojo,
Para quedarnos escondidos en tus ojos.

No queremos esperar…
Solo queremos estar aquí…
En un segundo eterno, tu en mi yo en ti…

Elizabeth Martínez.

 

Buenas Noches Dulce Amanecer

 
 
 
 
 
 
 



Buenas noches dulce amanecer,
Que en tu regazo me proteges ahora,
Respirando el suave susurro de la aurora,
Con el palpitar de tu corazón en las horas.
 
Buenas noches dulce amanecer,
Cerraré los ojos deseando tenerte,
Contaré los minutos para volver a verte,
Escuchando tu respiración tiernamente.
 
Buenas noches dulce amanecer,
Una y otra vez en tu hondo silencio,
Sosiego mis sueños  en tus pensamientos,
Mientras zurces mis heridas con tus besos.
 
Buenas noches dulce amanecer,
Tu pequeña florecilla espera paciente
Porque aprender a extrañarte,
Me está enseñando a quererte.
 
Elizabeth Martínez.


En Caminos Paralelos













Con luna a la espalda,
En caminos paralelos,
Te observo caminar,
A paso lento.

Conviertes al tiempo
En tu silencioso amigo,
Te observo mirar,
Tu propio camino.

Coraza de hierro,
Interior de suspiros,
Te observo anhelar,
Tu pasado perdido.

Dejame posar mi mano,
Para sanar tu herida,
Te observo reír,
Y me llena la vida.

Con la luna de frente,
En caminos paralelos,
Te observo partir,
A paso ligero.


Elizabeth Martinez.

Me Quedo

















Me quedo,
en las luces de una ciudad en la que me enamore,
en la que aun se guardan suspiros de media noche,
donde las miradas se cruzaron un segundo,
para durar el resto de mi trastocada vida.

Me quedo,
en un recuerdo que late dentro día tras día,
porque me niego a que dejes de pasarme tú y aquel día,
pues te sigo llevando tatuado de por vida.

Me quedo,
Porque aun deseándote no te tengo,
pero te vivo en cada uno de nuestros recuerdos,
escuetos, entrecortados, dolorosos, rotos,
frenéticos, enamorados, profundos y sinceros…

Me quedo,
porque  te espero, y espero cada uno de tus besos,
caricias, sonrisas, miradas y deseos,
enfados, silencios, tristezas y miedos….

Me quedo,
y me quedare aquí por mucho tiempo,
hasta que me perdones mis decisiones, mis errores,
mis silencios, mis caprichos, mis lamentos.
Cuando aceptes cada uno de mis besos,
mis caricias, mis deseos y mis versos,
Hasta que luches por mí y me digas que sientes por dentro.
Y aun después de todo eso, me quedo,
Aunque un día  me marchara, hoy me quedo.

Elizabeth Martinez

A tu ritmo















Mi mente vuela y vuela

pensando en tus dedos,

suaves, largos, tiernos

acariciando mi boca,

alterando mis nervios,

empujando mi delirio

a refugiarse en tu mirada

deseándote sin poder decir nada.



Tu desigual desconocido,

te metes a hurtadillas

trastocando mis sentidos.

gota a gota,

suspiro a suspiro,

irracional y desmedido ,

esperado y desconocido.



Sin saber que quiero,

pero queriendo que suceda,

con palabras mojadas,

reprimidas y descubiertas

me aceleraste la vida

al ritmo de tu pecho

imaginado el vaivén  

que tendrías en mi cuerpo.



Tu desigual desconocido,

te metes a hurtadillas,

trastocando mis sentidos.

nota a nota,

gemido a gemido,

locura y descaro,

desacato y suspiro.




Pasan horas como segundos

entre  letras y desnudos,

deseando en lo profundo

un big-ban en el inframundo,

que rompa el cristal por que te miro,

sin miedo, sin secretos, sin vergüenza,

dejándome llevar por la pasión perfecta.



Tu desigual desconocido,

te metes a hurtadillas,

trastocando mis sentidos.

segundo a segundo

mordisco a mordisco

deseo y ternura

perfección y delirio.



Elizabeth Martínez.

Caja de Pandora














Las horas pasan...
pero el reloj de mis sentidos continúa detenido
en aquel preciso instante en que decidiste romper el silencio...

Una vez mas te siento,
lejano pero dentro,


y comienza esta avalancha…

de razones colapsadas,
con estas ansias que aceleran,
que me hacen temblar con el calor de tu recuerdo...

El miedo no es capaz de contener mis manos,
que enloquecidas intentan llamar tu atención,
te espero, me desespero...
y pienso que no eres consciente de aquel instante,
ni que con tus palabra me recuerdas los latidos
y con ellos el por que te quise dejar atrás...

Lloro en silencio asumiendo realidades,

alimento esperanzas que se frustradas,
es mi particular caja de pandora,


y ya no se si podré cerrarla otra vez...

Voy cegada por las razones que no tienen explicaciones,
por sentimientos que me rompen por dentro,
sin poder ver si en tu mirada me encuentro.
Elizabeth Martínez

Si mi boca dijera lo que mi alma piensa.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
Y tú sin notar que mis ojos gritan,

sin saber si quiera que mis manos hablan,

que todo mi cuerpo dice que te ama,

que el verte me brinda tempestad y calma,

y te miro en la ausencia de una palabra blanca

intentando encontrarte en una mirada.



y tú que no sabes…

que mis mariposas, revueltas, ansiosas,

escapan sin luz…

buscando refugio en otro lugar,

que nos sea tu pecho, tu cuerpo, tu cama

sería menos duro no sentir nada,

que esta ansia que me perturba, me desarma,

obligándome a caminar descalza entre llamas.



Mi mente se afana en rescatar la ilusión y recordar,

que desembarque en tu vida esperando tus ganas,

que desearas mis pensamientos, mi mente, mi alma,

seguimos aquí…

en este mundo, en medio de ti, de mi, de otros,

si poder definir que parte de ti, o de mi, está con nosotros.



Y yo que me pierdo con esta pasión

y tú que te alejas sin ninguna razón,

mientras mis ojos gritan, y mis manos tiemblan,

mis lágrimas se contienen en una sonrisa tierna,



y no hago más que preguntarme mil veces,

qué pasaría, si mi boca dijera lo que mi alma piensa.





Elizabeth Martínez

Un Suspiro Personal













Perdona mi ausencia,
éste largo silencio,
mi alma me pido un respiro,
y me he tomado un tiempo.


Estoy respirando fino,
aroma a tranquilidad
a paz suave y discreta,
caminado nuevas sendas,
encontrándome conmigo.


Un suspiro en el camino,
una distancia a tiempo,
varias siestas olvidadas,
una fiesta alocada,
simplemente aire nuevo.


Estoy oliendo sonrisas,
dibujado miradas,
tocando los pensamientos,
acariciando lagrimas.


Un café con aroma a canela,
en una tarde de lluvia fresca,
dejando volar los sueños
acurrucada en un sofá viejo.


Cruzando miradas con el tiempo
ganándole distancias al recuerdo,
me dejo llevar día a día
en este fabuloso cuento.


Baja la voz, escucha los truenos….
La lluvia relaja los pensamientos…
No quiero despertar ahora, no!.
No ahora que todo es perfecto!


Elizabeth Martínez.

Te Extraño












Cuánto echo en falta
tu cariño y comprensión
cuando no me siento percibida;
cuando me duele el corazón
de callar mis lágrimas;
cuando toda ilusión
por la vida, me flaquea,
y creo perder la razón.


Necesito tu cariño...
sólo tus palabras y besos
consuelan mis malos momentos,
y no puedo estar contigo.
¡Me siento tan sola ahora,
callando a todos mi pena
y pensando en ti!


Un grano de arena en el desierto,
una estrella en el firmamento
que espera ver al sol salir.


Cuánto echo en falta
tu amor y comprensión
cuando no me siento percibida;
eres la luz en el camino;
eres toda mi ilusión.



Elizabeth Martínez

Oda al teatro incrédulo de la vida













Giran y giran en un mundo que no tiene conciencia,

oda al teatro incrédulo de los seres

que creen vivir en una realidad absoluta

en un mundo cundido de mascaras,

donde cada día hay mas lagrimas,

silenciosas lagrimas de seres incomprendidos

que vagan por el mundo asqueados

de una sociedad llena de mentiras,

caminado por las calles los vi,

con la mirada perdida metidos

en sus recónditos pensamientos,

van al trabajo pasando las horas sin ninguna gloria,

al terminar el día, siguen caminando

con esa misma mirada perdida

quizás pensando que han desperdiciado otro día,

pero ¿para qué cambiar? ,

porque entrar en el juego de las mascaras,

de las risas falsas de las amistades vacías

de las miradas falsas. No!,

ya lo han intentado, y prefieren sus silenciosas lagrimas.



Elizabeth Martínez
Nov./2005

Renacer...














Dejaré mis miedos en tu pecho,
para que se acoplen al ritmo de tu ser;
Tatuaré nuestros errores en los pies,
para que guíen nuestro andar;
Convertiré las miradas cargadas
en suspiros evaporados;
Encenderé la llama de nuestra hoguera
con amor renovado.


Despertaré las pasiones mermadas
con la luz de la esperanza;
Tomaré un trago de confianza
para creer que la vida cambia;
Recordaré la primera vez que me vi
reflejada en tu mirada;
Acariciaré tus manos ancladas
en mis mejillas rosadas.


Volverán los amaneceres
con aroma a café recién colado;
Seguiremos nuestro destino
caminando juntos de la mano;
Cruzaremos sonrisas cómplices
cuando estemos ancianos;
Dibujaremos sonrisas en
los recuerdos amargos.


Amaremos nuestros defectos
fortaleciendo nuestras virtudes,
viviremos el uno por el otro
hasta que lleguemos a las nubes,
Podría escribir eternamente
lo que somos y lo que seremos,
cerremos nuestros ojos y vivamos
otra vez nuestro primer beso.


Elizabeth Martínez.

Eres Música













Así ha de ser la vida notas musicales llenas de sentimientos,
una canción que narra el transcurrir de toda una vida,
es un concierto continuo de un gran poeta,
llenas de lagrimas, sonrisas y sueños,
has escritos tantas canciones que ya todo tu eres música.

Mira tu creación un mundo entero de historias,
de pensamientos, de crecimiento,
donde cada paso te ha enseñado
que la vida es mas que buscar la felicidad,
la vida es disfrutar de todo y cuanto hacemos.

Una canción de alegría con la eterna sonrisa de un niño,
una canción de amor llena de las miradas de los que amas,
una canción de dolor impregnada de fuerza para seguir,
una canción de soledad de suspiros que encuentran paz,
una canción de ti con un sin fin de historias que contar.

Eres música, para la vida, música para andar,
no mires atrás sigue adelante, sin detenerte,
sigue siendo un gran poeta de la vida,
de esta vida de tu vida.

Elizabeth Martinez

Amor Comprimido









Aquí en mi pecho retenido, con angustia con sigilo,
no fluye, se obstruye, ¿qué nos ha pasando?
donde estamos, ¿Ya no te siento, ya no me sientes?
después de tanto tiempo hasta el silencio miente.

Amor fugado, se ha marchado, se ha escondido,
perdido en los recuerdos sumido en el olvido,
hoy son más las diferencias que las avenencias,
con miradas recelosas profundamente vacías.

Aquí estoy entre el dolor y amor que te tengo,
buscándole sentido a una historia sin tiempo,
que se evapora como agua en suelo seco,
queriendo vivir del ayer y de nuestros recuerdos.

Como pez fuera del agua chapoteando enloquecido,
así es el amor cuando se deja en el olvido,
se queda sin aire, luchando sin sentido,
esperando un milagro que lo retorne al rio.


Elizabeth Martínez.

Cuando el Amor se Apodera de Ti










Las ansias revolotean
frenéticamente dentro de ti,
y te sugieren la gestación
de un inesperado amor.

El vuelo…

En un viaje de sensaciones,
a lo lejos le ves venir…
se hace luz ante tus ojos,
así comienza el frenesí…

El temblor…

Te enloquece no tocarle,
pero su luz es impalpable.
suplicaras que no se aleje
le pedirás que te bese.

La inquietud…

Su imagen es borrosa,
no logras darle una forma…
pero le sientes, esta a tu lado,
te esta tocando sin anunciarlo.

La posesión…

Creas canciones con tus gemidos,
inusitados, alebrestados…
comienzas a ser suya sin fingir,
liberando tu femenino elixir.

La entrega…

Eres una bailarina entre sus brazos,
acoplados, tocándose mutuamente…
te hace bailar al ritmo del placer,
sientes la plenitud de ser un solo ser.

La eternidad…

El final de la música son suspiros,
embriagados en vino tinto,
enredara sus dedos en tu pelo…
y lo sentirás fundido en tu cuerpo.


Elizabeth Martínez

Hoy te he vuelto a ver













Hoy te he vuelto a ver….

A ti…, igual que ayer…
como si el tiempo se hubiera detenido ,
y los últimos años estuvieras escondido.

A ti…, a el único capaz de explotar mis celos,
que su silencio me hacía temblar de deseo,
a el que no pudo ser y siempre ha sido.

A ti… el de mirada musical,
que hacía a mi corazón danzar desordenado,
cantando canciones de autores desafinados.

A ti… , el de la sonrisa tantrica,
el que nunca fue pero siempre me pasa,
al que deje ir porque no me amaba.

A ti..., mi recuerdo ansioso,
tembloroso entre besos suaves y mojados,
dentro de un taxi de ciudad abrazados.

A ti…, a tus inquietas manos,
que alguna vez mi piel desnuda tocaron,
y a las que hoy deseo con sutil descaro.

A ti …, hoy te he vuelto a ver….
más lejano de mi de lo que hubiera querido,
cada uno con su vida, cada uno con su destino.


Elizabeth Martínez.

Mi Pequeña Lucia










Tu nacimiento está en mi mente como una bella melodía,
llorando fuertemente llenado todo de una nueva vida,
mientras abría mis brazos a ti, temblado desconcertada,
la fuerza de tu ser ante los temores de una madre asustada,
con el tacto llego la calma y mis miedos se esfumaron en la nada

Mi pequeña lucia…la luz de mi vida…

Como si fueras magia brillando entre mis manos,
tus pequeñas manitas, apretaban mis dedos,
yo perdida en tus ojos grises, mirándome curiosos,
sintiendo el aterciopelado tacto de tu tierna piel,
fue mágico verte en mis brazos al nacer,

Mi pequeña lucia…la luz de mi ser…

Con pinceladas de colores haces de la vida un cuento,
me conviertes en un ser especial brillante y perfecto,
en tu mundo mis besos son sanadores ungüentos
mis nanas suavemente te envuelven en sueños
yo que solo soy tu madre que te quiero y te protejo.

Mi pequeña lucia…. La luz de mi reflejo….

Es increíble que seas parte de mi alma, parte de mi ser,
mi risueña niña que cada día me hace renacer,
nunca podre olvidar tus ojos despiertos al nacer,
porque siempre seré tu madre y siempre te querré,
y en tus grandes ojos grises siempre reflejada estaré.

Mi pequeña lucia… La luz de cada amanecer….


Elizabeth Martínez.

Amándote Callada









Nuestras manos,
cargadas de frenesí,
se buscan nerviosas,
se entrelazan,
suave tu aliento
acaricia mis labios,
tu mi secreto,
mi delirio,
mi humedad.

Logre verme en tus ojos,
respirar mi olor en tu piel,
tan unidos en un instante,
tan lejanos a la vez,
este descarriado sentimiento
revoluciona mi ser.

Y tu tenue voz….susurrando amor,
y mi frágil mirada…suplicando tiempo,
perteneciéndonos en un instante,
sin poder sentir nuestros cuerpos,
dejando el deseo a flor de piel.

Contengo mis sentidos
destilando lágrimas,
se desprenden nuestras manos,
se separan las miradas,
escucho tus pasos alejarse en la nada,
me quedo inmóvil con el alma agitada,
sabiéndome lejana a ti,
a mí, a lo que pasa.

Sintiéndote en la ausencia….
amándote callada.


Elizabeth Martínez.

Locura Racional










Esta conmoción que me hizo transitar
a un mundo imaginario,
donde el instante es una explosión
de las líneas que integraban sus letras,

Trasponiéndolas ….Integrándolas…..
en pictóricas imágenes en mi subconsciente;
son seres de letras, danzando entre alucinaciones flotantes
equilibrando sus esencias invisibles en una buhardilla .

Pequeñas letras se arman y forman tu rostro,
entre los insospechados significados de tus rumores,
me incitan a saltar al sub-mundo atravesando la ventana
dejando atrás todo lo que pueda parecer trivial.


Mi soez conciencia me silba que huya
pero estoy envuelta en los vocablos que te integran
y en su forma de verme tras el cristal de las letras
viviendo en mi propio paraíso irracional.
Busco una razón para no mentirle a mi realidad,

Esto ralla en la demencia y en la perenne irrealidad,
escondida en mis entrañas, fusionándose en mi karma,
se comprime mi pecho, hasta me duele respirar,
hallando explicaciones a esta lunática racionalidad.


es tan frágil la existencia de este mundo irracional
que temo al indagar que algún indicio de serenidad
venga a derrumbar el camino de retorno a mi realidad.


Elizabeth Martínez.

Una Sonrisa Blanca

Siempre alegrándolo todo, con la palabras exactas en historias perfectas llenas de añoranza, así creció ella a su lado, una niña como cualquier otra con un particular cómplice de sus tremenduras no muy común en la actualidad, ella lo sabe bien, mas que un cómplice era su ángel guardián, por donde ella caminara con sus pasitos tranquilos pero sigilosos de curiosidad el la veía, con esos ojos claros tan profundos, que parecía que cuando la miraba aquella niña se perdía en ellos, llenos de sabiduría, llenos de amor, de alegría; así trascurrieron la mayor partes de sus días de niña , fueron tardes y tardes las que pasaron juntos, el se fascinaba con su dulzura ella lo adoraba por su ternura, el le enseño a reír con una singular picardía mientras sentada en la piernas de aquel cómplice llamado abuelo, el le daba de comer orgulloso a la niña de sus ojos.

Hola Don Pepito decía el abuelo, hola Don José contestaba la niña…., entre juegos, risas y tremenduras siempre contaba sus historias, y ella lo escuchaba con atención una y otra ves, las mismas historias que a ella cada día le gustaban más, historias que ella jamás olvidara.

Y una de esas tardes estaba la niña jugando, cuando encontró un bote de pintura; se detuvo a pensar que podía hacer ella con ese bote de pintura blanca. Se pregunto a si misma, ¿Qué pasara si meto los pies en el bote? Después de pensarlo un par de veces los metió, sonreía incrédula de lo que podría pasar si la vieran. Cuando por fin se dio cuenta que se había manchado los zapatos, sin pensarlo salio corriendo en busca de la ayuda de su ángel guardián, tenia que contarle lo que le había pasado, sin duda sabría que hacer. Estaba tan agobiada pensando en que sus padres la regañaran que no pensó que por donde caminaba dejaba las huellas blancas de sus zapatitos pintados por toda la escalera, cuando se dio cuenta fue a buscar algo para limpiarlo, pero no pudo, por mas que lo intento aquella pintura no se quitaba y el miedo se apoderaba de ella, fue entonces cuando se acerco a su abuelo, casi con lagrimas en los ojos le contó lo que le pasaba. El la miro con aquellos ojos claros tan profundos donde la pequeña niña siempre se refugiaba, sin decir nada dejo lo que estaba haciendo y fue a buscar el bote de pintura comenzó a pintar cada uno de los escalones, aquellas escaleras azules con las huellas de una niña asustada comenzaron a cubrirse de blanco, la niña no podría creer lo que estaba viendo y quizás esa tarde no comprendió el mensaje que su abuelo le dejaba.

Ya han pasado muchas tardes y con las tardes los años y su ángel de la guarda estaba a pocos días de alzar el vuelo cuando esa niña hoy una mujer me contó esta historia, yo estaba con lágrimas en mi alma sin que ella lo notara, veía en sus ojos tristes esa sonrisa cómplice que tanto los unió en su infancia.

Pasaron solo unos días, ella entro en su habitación, quizás en su interior dijera “Hola Don Pepito” y en la profundidad de su conciencia el respondiera “Hola Don José”, se sentó a su vera y con el cariño mas profundo que podía existir entre un abuelo y la niña de sus ojos acaricio su cabeza, fue entonces cuando aquel ángel emprendió su vuelo, pero le dejo la lección mas importante de todas, cuando aparezcan huellas en su vida y no dejen que continúe su camino, dejara todo lo que estaba haciendo con su vida, buscara pintura blanca y cubriera cada una de esas huellas y de esos errores con amor, ternura y perdón, y aunque siempre sepa que bajo ese manto blanco están la huellas de una niña traviesa y asustada, surgirá en ella esa típica sonrisa cómplice, porque sabe que el la a ayudado a borrarlas y así será como cada una de tus lagrimas será cubiertas por una sonrisa blanca.

Elizabeth Martínez

Perdida en Algún Lugar.













Estoy cayendo sin poder evitarlo,
Siento el viento cortando mi cuerpo
Despeñando en el vacío.
He tocado fondo…

No sé que pasa, no veo nada
¿Estoy perdida?
¡Escucho un ruido!
¿Qué es?
¿De donde viene?
Parece un goteo.
No se, no puedo verlo...

¿Porqué me agito…?
Es como si no tuviera oxigeno
¿Estoy sola aquí?
Siento una agonía que no me deja respirar
Está todo tan húmedo.
Y este frío…
Mi piel se moja pero no es agua.
¿Y si camino?
Seguiré el sonido del goteo…
Es lejano pero me aturde.
Que sensación tan desesperada,
Y ésta soledad…
¿Como era mi nombre?
No lo recuerdo, no sé quien soy, ni de donde vengo.
Sigo el sonido… el tic-tac me esta matando.
¿Será que he muerto?
El vacío es ensordecedor
No logro definir quien soy.
¿Será que el mundo se acabó?
Esto no tiene sentido…
Estoy llegando, lo escucho cerca
El sonido es extravagante, me duele,
Me asustan…
¿Son gritos?
Parecen lamentos.
Empiezo a entenderlo…
Estoy caminado entre mis miedos.
Son mis propios gritos y lamentos,
Lo que escuchaba a lo lejos
Estoy dentro de mí….
Y tengo terror al sentir,
Que la piel se me eriza,
Y la cólera me invade,
Al ver en mi interior tanto sufrimiento.
Estoy llorando por dentro,
Mis lágrimas son espesas,
Pesadas, inmensas…
Estoy viajando a mí ser interior,
Se parte a pedazos,
Cruje, grita, llora...
¿Como llegue aquí?
A este punto, a este estado.
Quizás deba morir, me compadezco…
He tenido que ser muy miserable,
Para permitir que mi alma se desmorone,
¿En que estaría pensando?
Lo mejor será morir, ¡ya basta!
La dejaré descansar,
Está sufriendo, como un cachorro enfermo,
Indefensa, huérfana…
La he dejado sola,
¿Y si me sacrifico?
Morir por ella, seria lo justo.

Si descansa…
Pronto pasará el tic-tac.
Poco a poco, te irás,
Probablemente no te recuerde
¿Y tú me recordaras?
Ya casi no te siento,
¡Libérate! sal de mí, no te merezco.
Se apaga mi aliento
Llegó la hora, estoy muriendo…

Elizabeth Martínez

Mi Camino



Llevo caminado por este sendero toda mi vida,
encantada de todo cuanto veo y siento,
no logro ver el final, se que falta mucho por recorrer,
pero aun así no me invade el cansancio ni el temor,
solo siento ansias de seguir caminado.

Siguen pasando los días y las noches y comienzo sentirme sola…

Las noches…

Cuando llega la noche mi sendero no oscurece,
las estrellas alumbraban mi rostro
son rayos de amor que abrazaban mi ser para darle calor.

A veces la luna sale a conversas conmigo,
como queriendo alumbrar mi camino,
y hacen las noches cada vez mas hermosas.

Una de esas noches conversando con la luna,
le hable de mis pesares de la soledad que invadía mi alma;
La luna sonriendo le pido al roció de la mañana
que bañara mi cuerpo con su dulzura,
y a la brisa que brotaba de entre las ramas que secara mi piel.

El roció acaricio mi cuerpo y con su dulzura
y fue cerrando las heridas de mi piel,
heridas que no sabia que tenia,
heridas que el camino había dejado en mi.

Sin notarlo la brisa salio de entre las ramas,
tocaba mi cuerpo con sutileza y secaba cada parte de mí,
fue cuando me di cuenta que eran las manos de la luna
las que acariciaban mi piel y el roció eran sus besos.

Así fue como comencé a olvidar mis penas,
fui cerrando mis ojos, quedándome dormida en su regazo,
sintiendo cada una de sus caricias, entrando en un sueño profundo
lleno paz de amor de todo lo que esa noche sentí.

Ahora cada uno de mis días es una espera inagotable,
por que llegue la noche y la luna me acune en su regazo
por volver a sentir esa paz ese amor esas ganas de vivir,
y que ella vele mis sueños aunque a veces no pueda venir.

Elizabeth Martínez

El ángel urbano



El reflejo de su alma tras el arte de sus manos,
veo en sus ojos la tristeza de un desengaño,
camina impredeciblemente seguro,
pero vaga en su propio mundo oscuro.

El dice ser así porque ha sobrevivido
yo creo que es así porque esta dolido,
tal vez ambas cosas vallan de la mano,
será que el dolor es lo que ha estado a su lado.

Aunque busque ansioso ser amado,
prefiere caminar y ser un ángel urbano
luchador en busca de aseguradas batallas,
la pelea firme entre lo que dice y lo que calla.

Quizás sorprenda al mundo siendo temerario,
pero nunca podrá engañar a su niño asustado,
a su desasosiego por no ser amado,
el tiene alas de ángel y pantalones rasgados.

Sigue pisando fuerte ángel urbano,
no dejes que el pasado te siga atando,
has que el niño rompa la armadura de titanio
y deja brillar esos ojos que miran con desengaño.

Elizabeth Martinez.

La crisis paranoica de mi amargura



Busco el sentido de todo cuanto siento,
y no logro encontrar el porque de este dolor,
cuando la felicidad es tan profunda duele dentro,
entonces te veo y me llena de paz tu aliento.

No se a donde iras y si en el futuro me recordaras,
pero sabrás que en mi mente infinitamente vagaras.

Es tu espíritu libre y ansioso lo que me embriaga,
me llena de ti y me hace tuya en la distancia,
inundas cada poro de mi cuerpo con tu fragancia,
y enloquezco al pensar que te disuelvas en la nada.

Tu mi duende sagas, espontáneo e incierto,
le das a mi vida la inspiración, el arte, lo eterno.

Dejare en ti mi alma, llévala a donde vallas,
nunca estarás solo porque ella te acompaña,
volare dormida en tus sueños cual ninfa enamorada,
me sentirás susurrarte al oído canciones indescifradas.

Seré tu silencio estaré en la nada
me olerás en el viento de cada mañana,
aunque querer ser tuya sea una locura.
Pero dime tu, duendecillo de la luna!
¿Que es el amor? Porque desde que te siento,
no es más, que la crisis paranoica de mi amargura.

Duele…
Duele muy dentro desearte y no tenerte.


Elizabeth Martínez.

Amanecer de Jazmín



Esa mañana desperté, no como cualquier día,
esa mañana sentí que comenzaba mi vida,
y no podré olvidar jamás la sensación
de aquel amanecer con aroma a jazmín.

Eres un dulce amanecer después de una tormenta,
que le dio la paz a mis días con una suavidad perfecta,
eres la luz que todo ser busca que ilumine su destino,
que me hace sentir el ser mas dichoso el mas querido.

Cuando mis ojos se abrieron al despertar de tus sentimientos,
entendí que cada caricia tuya era más que un acto de amor,
que mis días nunca mas estarían oscuros
si nuestras almas están unidas en lo mas profundo.

Esa mañana entendí que el amor no tiene espacio,
no tiene tiempo, ni distancia, que va mas allá del cuerpo,
más allá de las palabras y que es tan solo la unión de las almas.

Ese dulce amanecer…
me enseño a amarte tal y como eres,
me dijo que tu eres mi camino,
que junto a ti estaba mi destino,
que tendré muchos amaneceres de jazmín junto a ti,
que contigo quiero comenzar a vivir.

Elizabeth Martínez.

Lejanamente Unidos



En dos mundos lejanos,
aunque tan solo en apariencia,
nacieron dos seres en distintas épocas,
pero sus almas se sentían mucho antes de existir.

El dio vueltas por el mundo buscando el sentido a la vida.
Ella se centro en lo que creía podía llegar a ser.
dos líneas paralelas en busca de algo que no saben que es,
jamás imaginaron que un día se encontrarían otra vez.

Dime quien eres?, aunque el ya lo sabia,
vio tras el cristal de una sutil circunstancia,
que están hechos de la misma esencia,
del mismo perfume de la misma alma.

Soy solo una mujer que se siente distinta por dentro,
que ve la vida más trascendental que un cuento,
que aun cree en el amor y en su reflejo,
o en una susceptible y profunda mirada.

Allí estaban, dos seres de vidas paralelas,
cruzando una mirada que hablaba por ellos,
sintiendo que no importaba el tiempo, el espacio,
no importa el mañana solo el instante y el olor que les dejaba.

Sigo con la misma sensación de plenitud,
el mismo sabor en mi boca cuando me beso,
la misma ternura en mi mano cuando le toque,
la profundidad de su mirada en mis ojos,
aun siento el olor de esa noche y a el en mi piel,
porque no lo dije antes, pero yo era esa mujer.

Elizabeth Martínez

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Enviado por Carlos Rivas http://www.flickr.com/photos/el_artista_ccs/ Muchas Gracias por tu diseño

Dibujado en Palabras



La mayoría de mis escritos están dedicados a los amores de mi vida, otros son sentimientos encontrados, o simplemente pensamientos que rodean mi mente…. Son muchas las cosas que a lo largo de mi vida he escrito, estas son solo algunas de esas tantas...

Gracias a todos los que me siguen hoy y a los que desde hoy me seguirán, porque sin ustedes este mi rincón de sentimientos no tendría mucho sentido.

Elizabeth Martinez.



Dedicatoria:

A mi pequeña Lucia, la que me enseño a caminar otra vez….